Empezare este ensayo
diciendo que este no es otro de esos ensayos feministas en donde se pone el
papel de la mujer como víctima de la sociedad contemporánea y que nos trata de
manera “injusta”. De esa sociedad a la que llamamos “machista” ya tenemos mucho de donde leer. Mi
intención al escribir esto es reflexionar sobre la temática desde mi punto de
vista personal, el cual puede incluso ser mal visto entre el género femenino,
al que por supuesto yo también pertenezco. Pero, sentí la necesidad de escribir
sobre este tema después de mucho pensarlo. Así que aquí voy.
El debate sobre la
desigualdad de la mujer en la sociedad tiene su recorrido histórico. Desde
tiempos “pre-históricos” la mujer siempre fue la encargada de la organización del
grupo, familia o como se le quiera llamar. La que manejaba el hogar mientras
que el hombre salía a conseguir comida, mas adelante dinero, y así
sucesivamente. Después, vinieron los tiempos en los que las mujeres empezaron a
preocuparse por sus propios derechos y el dejar de ser tratadas como simples “objetos” con los que los hombres procreaban y de los
que dependían para comer, y criar a los hijos. Entonces aparecen términos como
la liberación femenina, la igualdad de derechos de las mujeres, etc.
Mis preguntas empiezan
desde aquí: En la actualidad, ahora, año 2014, ¿Somos las mujeres aun tratadas
con inferioridad? Aun somos vistas de esa manera? Existen aun las sociedades
machistas como las del siglo XVIII? Que tanto la situación ha cambiado para
nosotras y que tanto no?
Es cierto, en muchos sentidos, que aun en muchas sociedades
las mujeres siguen siendo vistas como las que crían a los hijos, las que
mantienen la casa, las que apoyan al esposo, etc. Pero, también es cierto que
hemos logrado muchos avances a nivel de derechos humanos y en la búsqueda de la
igualdad en muchas otras sociedades a
nivel mundial. Lo que me pone a pensar es…. Si será la sociedad el problema? O
es el mismo comportamiento femenino el que nos ha llevado a esta situación de “desigualdad”
entre hombres y mujeres?
No estoy diciendo que las sociedades machistas no existen,
ni que los hombres nos respetan en todas partes y nos tratan como sus iguales. Pero
en lo personal yo no considero que una sociedad machista sea capaz de hacer que
todas las mujeres en conjunto actuemos de la manera en que algunas veces
actuamos simplemente porque es que esa sociedad lo quiso así y es porque son
unos machistas.
La sociedad no te dice
a ti desde pequeña que tienes que saber cocinar o lavar o limpiar la casa. Quien
lo hace? Tu mamá, tu abuela, tu tía, etc.…. “Es que esta niña no sirve es ni
para fritar un huevo” le escuchaba decir
yo a mi abuela cuando aun tenía unos 11 años. La sociedad
no te dice que tienes que buscar un hombre que sea capaz de mantener una casa,
quien lo hace? Tus amigas, tus hermanas, tu mamá y abuela nuevamente. “Es que
uno tiene que buscar un hombre que sea capaz de mantenerse solo económicamente para
construir un hogar” o que tal “Ese muchacho no tiene futuro, para que andas con
él” o la de tus amigas de “ahí pero entonces él no paga? Eso no es ser
caballero”.
La sociedad no me dice
que cuando me case tengo que quedarme en casa a criar a mis hijos y cuidad de
mi esposo, al contrario. Existen ahora tantas maneras en las que las madres
pueden criar a los hijos y trabajar de la misma forma en que lo pueden hacer
los padres. Sin embargo, muchas mujeres
aun así prefieren quedarse en casa un tiempo mientras los niños crecen para
educarlos “como debe ser” porque es que
los niños “Necesitan de su mamá”. Y qué hay del papá? Entonces él no se podría quedar
a criarlo porque el niño también necesita de su papá?
Es cierto que la
historia ha influenciado la manera en que las mujeres nos comportamos pero, también
es cierto que si bien ese pensamiento ha cambiado un poco, no lo ha hecho del
todo. Hace poco en una de mis clases uno de mis profesores nos comentaba que su
esposa ya le había lavado el cerebro a su hija. Nos dijo: “Ya le metió en la
cabeza que necesita un hombre autosuficiente y que la merezca”. El dice que su hija es una mujer estudiaba y
que puede mantenerse ella sola sin ayuda de nadie, y aun así el, como hombre,
considera que no necesita de ningún hombre autosuficiente porque ella solita
puede. Entonces, el profesor nos pregunta a las mujeres en la clase: “Alguna de
ustedes se casaría con alguien que estuviera en una posición económica peor que
la suya, que estuviera dispuesto a quedarse en casa y hacer el papel de la “Mujer”
de la relación, que tenga un trabajo humilde pero que lo tenga y gane menos que
ustedes? Todas nos miramos las unas a las otras. Ninguna respondió a sus
preguntas por un momento, hasta que una, valientemente dijo: “Nadie lo haría porque,
¿para que matarnos tanto estudiando y tratando de ser mejores si nos vamos a
quedar con un hombre mediocre?” Y entonces, el profesor dijo: “El hecho de que
tenga menos que tu o este menos preparado no lo hace un mediocre pero tu pensamiento
a ti, si”
La verdad es que yo también
pensé lo mismo. Mis estándares al buscar un hombre suben todos los días, porque
estoy más preparada para vivir sola, para enfrentar la sociedad yo sola y por
ende, quiero alguien capaz de hacerlo conmigo. Que no me ate. Que me ayude a
volar y no que me estanque junto con él. Este tipo de pensamiento no está del
todo mal. Lo malo es cuando entonces decimos esto y nos preparamos y
encontramos a este hombre que consideramos a “nuestra altura” y entonces, como él puede solo,
nos estancamos. Dejamos de ser lo que éramos antes, mujeres autosuficientes
para ser esposas, mamás, tías, etc.
Muchas mujeres siguen
trabajando después de tener familia. Algunas otras, por no decir la mayoría, lo
dejan. Y todo por esas pequeñas cosas que nos dijeron las mamás cuando estábamos
niñas. O por esa simple imagen que tenemos de que tienes que estar presente en
la vida de tus hijos. Y si además,
tenemos un hombre al lado que “sea capaz por él solo” entonces menos nos
esforzamos. Como es que muchas de las mujeres exitosas en la vida son, o
divorciadas, o viudas, o madres solteras simplemente. Les toco duro a ellas
solas y salieron adelante sin ayuda de nadie. Porque estaban solas entonces
salieron adelante.
Por último, pero no
menos importante. A mis 24 años, y tal vez
digo esto porque aun soy muy joven, y puede que mi visión de la vida familiar
cambie con el pasar de los años, o puede que no. Pero ahora mismo, no estoy dispuesta a
quedarme en casa para criar a nadie, o para que alguien llegue después de un día
entero de trabajo y me toque atenderlo. No es mi visión de la familia feliz y
tal vez nunca lo será. Si, por supuesto que quiero un esposo, alguien que
llegue conmigo a casa y me diga ¿preparamos
algo entre los dos? O que me diga, pidamos
algo de comer hoy! Alguien que no espere que yo este para él porque tuvo un
día duro debido a que es capaz de entender que yo también lo tuve y necesito descansar.
Que me apoye en mis decisiones y que busque mi apoyo para con las suyas, pero
que no me pida sacrificios personales para conseguir lo que él desea. Al que no
le tenga yo que pedir el dinero para la casa, ya que sabe perfectamente que la
mitad lo paga él y la otra la pago yo porque ambos tenemos la suficiente autonomía
para afrontarlo. Y de los hijos, pues como dije ni en mis planes esta eso por
ahora. Y si los llego a tener estoy segura de que puedo llegar a estar en la frustrante
situación de querer dejarlo todo por ellos. Pero precisamente por eso, me gustaría
alguien a mi lado que me diga, NO! TU PUEDES CON AMBAS COSAS PORQUE YO TAMBIENE
ESTOY AQUÍ.
No todos los que lean
este ensayo pueden estar de acuerdo conmigo. Pueden incluso llegar a criticarme
por lo que aquí escrito pero es mi opinión personal acerca de este tema. También,
como no me gusta imponer mi opinión a otras personas, estuve preguntándole a
muchas amigas mías, mayores que yo, e incluso a mi mamá acerca de lo que
pensaban de este tema. En cuanto a la pregunta
de si consideraban que si las mujeres eran tratadas injustamente por la
sociedad o si ellas pensaban que somos las mismas mujeres las que nos tratamos así,
mis amigas respondieron:
- Magygy: El trato de la mujer tanto por parte de la sociedad como parte de nosotras mismas es reflejo de la historia en la cual la mujer siempre ha sido sometida. La mayoría de veces por razones económicas. Si analizamos el papel de la mujer en la historia, en sus comienzos está prácticamente vivía en la casa sirviendo a su padre y a hermanos y luego cuando se casaba era una propiedad más del esposo y esa historia se repetía una y otra vez con las hijas de sus hijas y demás descendencia. De manera que allí, la mujer seguía un patrón de conducta que hasta cierta época se consideraba “normal”. Sin embargo, a medida que nos íbamos formando en diferentes temas, surge la necesidad que la mujer tiene en estar en otros espacios para mejorar su condición, ya que ella también hace parte de la sociedad y, es cuanto comienza a hacer visibilizada desde cualquier campo que ella desee.
- Mi mamá: Puede que en los conceptos, las mujeres para la sociedad no seamos tratadas de manera injusta o de forma desigual. Esto en algunas culturas, como en la europea o norteamericana. En culturas donde aun el pensamiento machista, que está bastante devaluado en la actualidad, aún prevalece y que, ayuda a que la mujer sea vista de manera inferior al hombre se puede decir que en cierta manera la sociedad lo hace. Sin embargo, también considero que las mismas mujeres, como parte de la sociedad, influenciamos ese pensamiento de alguna u otra forma.
- Cindy: Bueno te puedo decir, que las mujeres hacemos parte de la sociedad, por ende nosotras mismas como parte de ese conjunto nos tratamos injustamente, ahora eso no quiere decir que la sociedad externa de nosotras no lo hace. Lo hace cuando me impide a mi algunos espacios, cuando marca normas de como debo compórtame, cuando me juzga cuando no lo hago, cuando mis decisiones afectan a los demás y yo tengo que olvidarme de mi propio querer por complacer a una sociedad (caso la maternidad).
- TacoCruel: Debido a que hoy en día existen políticas que defienden los derechos de la mujer, en la opinión de muchas personas la cuestión de los derechos de la mujer es un tema sobrepasado en las sociedades occidentales. Sin embargo, eso sería ignorar el efecto que los tradicionales roles de género ejercen en el modo de pensar y actuar, especialmente en el marco de la cultura latinoamericana. Vivir siendo mujer no es algo sencillo, se nos limita la forma de vestir, de comportarnos y a veces hasta de pensar; porque si no piensas de cierto modo no eres una dama. Ahora bien, ¿es el neofeminismo extremo (que acusa al hombre de ser un cerdo maligno y promueve su eliminación) la respuesta adecuada? Definitivamente no. Sin darse cuenta los hombres son las grandes victimas secretas de la desigualdad de géneros. Son acusados de ser criaturas viles que solo piensan a través de sus genitales, incapaces de raciocinio, la sociedad se burla de ellos si muestran el minino rasgo de sensibilidad y desestima los casos en los cuales la mujer abusa del hombre. Solo hay que ver el gran doble estándar que es la sexualidad, mientras a los hombres son juzgados por su capacidad de acostarse con el máximo número de mujeres posibles, a las mujeres se les inculca que el ideal es una vida virginal hasta encontrar a su alma gemela. Por todo esto mi respuesta es sí, las mujeres somos tratadas injustamente, pero los hombres también; y hasta no alcanzar equidad esta clase de problemas seguirán existiendo. Además, Si alguien dice que las mujeres “se tratan injustamente” a ellas mismas con la excusa de que hay desigualdad, y se ve toda la situación como un castigo autoimpuesto sería una total falacia. Las mujeres que se sienten débiles, que no pueden hacer algo, o que ponen a otras mujeres como indefensas solo están perpetuando los roles de género tradicionales, y por lo tanto caen un círculo vicioso causado por la desigualdad.
También les pregunte a mis amigas sobre sus aspiraciones
a nivel familiar, ya que fue uno de las cosas que se me paso por la cabeza al
escribir este ensayo. Aquí están sus
respuestas:
- Magygy: Cuando era niña soñaba con ser madre y esposa, sin embargo, a medida que fui creciendo y estudiando, me di cuenta que si bien la familia es importante también es fundamental la parte de profesional. Tan es así que a medida que he ido madurando la parte familiar ha pasado a un segundo plano y, por el contrario siento la necesidad estudiar y de aprender cada día para mejorar mi situación laboral. Porque sé que el día que decida tener hijos automáticamente, ellos serán mi prioridad, por esta razón es que deseo primero cumplir con mis propósitos personales y laborales y luego dedicarme a esa familia que soñaba cuando niña.
- Cindy: Si se trata de la tradicional si, si me pienso en ella, si me gustaría tener esa familia construida socialmente, que implica un esposo, y unos hijos (tal vez) pero no marcada en algunos parámetros tradicionalmente existentes Y bueno tener hijo no creo que sea renunciar a cosas, los usas como excusa para renunciar. Creo que podrías alcanzar tus metas profesionales teniéndolos Y no creo que yo dejaría todo por ellos, creo que yo construiría más por ellos y por mí.
- TacoCruel: Me gustaría tener una familia, pero no me atrevo a pensar en si tendré una o no. Idealmente me gustaría tener una familia no muy grande, aportar en la casa económicamente y con énfasis en criar a mis probables hijos en un ambiente con libertad de opinión y pensamiento. Las reglas son importantes, pero es más importante tener hijos con una mente crítica. Pero si no la tengo bien, no importa. A las mujeres se le pone mucho peso para que sus vidas sean definidas por el matrimonio y la maternidad, pero esto no es un requerimiento absoluto para tener una vida plena. Una mujer no es menos mujer sino puede o no quiere tener una familia nuclear de 2.5 hijos, casa con jardín y cocina modular. Dejémosle eso a los años 50. Ahora bien, ¿Por qué no se habla de que los hombres sacrifican su vida por la familia? Ni siquiera en los casos de padres solteros que tienen trabajos demandantes. Ellos se dedican a sus hijos, las mujeres se sacrifican. Es parte de la victimización de la mujer, en la cual se nos pone como mártires y heroínas si abandonamos nuestras carreras por los hijos. Mi humilde opinión es: dejen las excusas. ¿Quiere ser usted la madre que da el ejemplo a sus hijos de que se puede alcanzar los sueños y la vida es maravillosa cuando haces lo que amas o ser la madre que vive una vida miserable sin futuro, depende del marido hasta para comprarse un caramelo y cuando sus hijos le preguntan porque esta tan triste dice “porque me sacrifique por ti”? La vida moderna es difícil, y ser exitosa y una buena madre a la vez parecen retos imposibles de alcanzar, sino me cree pregúntele a Beyoncé.
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