Hoy,
nuevamente vengo aquí a contarles algo bastante personal para mí. Les quiero
contar acerca de un sueño y de una decisión difícil que he tenido que tomar
respecto a ese sueño. Ya van siendo varios años, que cuando la gente me
pregunta “Sheyla, y ¿qué quieres hacer con tu vida?”, yo respondo “Quiero tener
mi propio negocio, así sea pequeñito, pero que sea mío”. Y realmente si hay algo que tengo claro en
estos momentos en mi vida es eso, no quiero estar toda la vida trabajando para
una empresa y ganándome un salario, tampoco quiero tener una multinacional y
hacerme rica por lo grande que sea, yo simplemente quiero un negocio propio,
que sea suficientemente grande para poder mantenerme estable financieramente,
que me ayude a mantener una vida tranquila y sin preocupaciones. Eso es lo que
deseo.
A
muchas personas cuando se los he dicho me tildan de mediocre, que porque sueño
tan bajito. Realmente ya no le doy importancia a esos comentarios. ¿Quién dice
que mis sueños son bajos o poco? Hay un dicho por ahí que dice que para cada
persona el éxito se define de manera distinta. Y después de ver muchas cosas,
para mí el éxito es tranquilidad, para mí misma y para mi familia. Tranquilidad
a nivel mental, emocional, personal profesional y financiera. No es que mis
sueños sean pequeños, es que mi definición de éxito puede ser distinta a la
tuya.
Empecé
a trabajar en este sueño del que les hablo hace ya unos 6 años. Cree con una
amiga, Blue Store, cuando vivía en Corea del Sur, y empezamos a traer CDs de
Kpop y también maquillaje y cosas de cuidado de la piel coreanas. En el 2015,
regrese a mi país y mi amiga me cedió todo Blue Store a mí, me dijo, "es tuya
porque tú has trabajado duro por ella". Así que continué, empecé a usar
Instagram para vender productos y comencé a enfocarme en solo productos de
belleza coreana. Poco a poco, me fui dando cuenta de lo difícil que era salir
del mercado en el que me encontraba porque tenía muy pocas clientes, y para
expandirme, decidí empezar a traer maquillaje y productos de cuidado de la piel
que no fueran coreanos solamente. Las ventas aumentaron y todo estaba bien.
El
año pasado, estuve pasando por cosas emocionales muy fuertes para mi, llego un
momento el que no sabia que sucedería conmigo, estaba viviendo de manera
infeliz con todos, me la pasaba enojada todo el tiempo y las personas que más
estaban siendo afectadas eran mis familiares. Mi mamá, mi papá y mis hermanos,
quienes tenían que aguantarse mi mal genio y mis respuestas agresivas hacia
ellos. Empecé a ir a psicólogo y estuve en tratamiento para mi ansiedad por más
de un año (2017-2018). Al final la conclusión a la que llegue era que
definitivamente no era feliz con mi vida, que estaba viviendo una vida con un
nivel de estrés demasiado algo y que no merecía la pena.
Por
eso renuncie a mi trabajo y todo mejoro. La segunda mitad del 2018 fue tan
buena para mí, no tenía trabajo, pero estaba concentrándome en mis metas
personales, en Blue Store. En mi negocio. Blue creció muchísimo en ese tiempo,
y me hizo pensar por un momento, “por aquí está la cosa”. Como no tenía más
nada que hacer, me concentre tanto en mi tienda que se vio un cambio en ella.
Un cambio bueno, pero no suficiente, para mantenerme, por lo que tuve que
volver a buscar un trabajo. Esta vez, sin embargo, busque algo que me gustara y
me dejara la libertad para trabajar en Blue Store. Lo encontré, de hecho, estoy
muy feliz trabajando donde me encuentro ahora mismo. Pero de eso hablamos otro
día.
Como
tenía trabajo, decidí arriesgarme un poco con Blue Store y empecé a pedir cosas
para mantener un inventario. Lo que yo no sabía era que mis ventas iban a caer
muchísimo y que ese inventario se iba a quedar ahí, que no iba a lograr
venderlo. Aquí es donde comentaron mis problemas con Blue Store. Desde hace
unos dos meses, yo estoy supliendo una deuda que no es mía. Ustedes me dirán,
“Shey es tu negocio, claro que es tuya”, pues si. Es mi negocio, pero como esas
cosas no las considero mías porque no puedo usarlas, pues me duele tener que
suplir una deuda de cosas que en si no estoy usando yo. Para no hacer la
historia más larga de lo que ya es, decidí que era momento de cerrar Blue
Store. En realidad, es una decisión que he estado alargando por mucho tiempo,
pero no había querido hacerlo, había querido tomarme mi tiempo, porque como me
dijo mi amiga, trabaje duro por ella. Traté de sacarla adelante lo mejor que
pude. Aprendí…no se imaginan cuanto…pero me duele dejarla.
Duele
mucho. Porque como les dije al principio es mi sueño, porque intenté hacer las
cosas de buena forma y no salieron. Pero al final, es una experiencia que me
dejo muchísimas enseñanzas, se cómo manejar un negocio pequeño online ahora
mismo y, Blue me dio algo que yo no sabia que tenia dentro de mi y es mi pasión
por el arte del maquillaje. Así que, al final de todo, creo que son más cosas
positivas que negativas las que he sacado de esta experiencia. Si hay algo que
he aprendido en los últimos años es que necesito conservar en mi vida las cosas
que me hagan sentir bien. Blue Store, aunque era una de esas cosas, por lo que
representaba, estaba empezando a traerme más estrés y problemas de los que
pedía. Y no estoy diciendo que cuando algo traiga problemas deben simplemente
darse por vencidos, pero como todo uno mismo siente cuando algo cumplió un
ciclo en su vida. Y eso es exactamente lo que sucedió aquí. Blue Store siempre
será una experiencia que quiero compartir con muchas personas, y mi sueño
sigue. Solo que ahora tendré que volver a enfocarlo y empezar de cero. No será
fácil, pero aquí vamos, con toda la energía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Si ya leiste el libro y quieres compartir tu opinion acerca de el sientete libre de comentar. Si por el contrario aun no lo has leido pero te ha motivado a leerlo mi reseña tambien me gustaria que me lo hicieras saber :D