Tenía
muchas ganas de hacer una entrada acerca de este tema hace mucho tiempo. Por
fin llego a sentarme y escribirla después de haber pensado en
ella por tanto tiempo y, en cómo debería escribirla también.
Porque escribir esto para mí es muy personal, sobre todo porque este tema es
algo con lo que tengo conflictos internos diariamente.
Ahora
ustedes se preguntaran ¿porque tiene Sheyla conflictos internos por
una agenda? Pues es que mantener mi agenda se ha vuelto en mi contra un poco y
siempre me mantengo estresada por eso. Estoy trabajando en eso, no se
preocupen.
Yo soy una
persona demasiado controladora y, el tiempo es algo
que definitivamente me
gusta tener controlado. No me gusta sentir que estoy perdiéndolo porque lo considero valioso. Esto ha hecho que
llevar una agenda sea indispensable para mí. Tengo de hecho dos agendas ahora
mismo, además de mi diario (en el que escribo mas o menos una vez al mes), una la uso para mi trabajo y la otra la uso para mis cosas personales.
De esta es de la que les quiero hablar un poco hoy.
Ahora, no
les voy a hablar de cómo llevar una agenda efectivamente porque creo que soy la
peor para esta tarea. De lo que si les voy a hablar es un poco como ha cambiado
mi manera de llevar mi agenda a través de los años y como creo que me
ayuda a conseguir las metas que quiero. Porque efectivamente creo que es para
eso para lo que la uso, alcanzar pequeñas tareas a nivel laborar diariamente y,
a nivel personal, alcanzar esos objetivos que tengo para fin de año.
Hace
algunos años, mis objetivos estaban bien enfocados hacia mis estudios. Por ende
mi agenda también lo estaba. Concentrada todas mis entradas en
actividades escolares y de recreación. Enlistaba mis tareas, horas de
estudio, exámenes, reuniones de grupo y, visitas a mis amigos, reuniones,
idas a cine, comer entre otras cosas. Siempre colocándole un tiempo
específico a todo. Y van a verme como una loca a todo esto pero en realidad me
funcionaba. Si yo colocaba en mi agenda que de 10 a 12 iba a estudiar inglés,
durante ese tiempo estudiaba inglés y solo eso. Dejaba 1 hora para descansar mi
cerebro, la colocaba libre y en ese tiempo ya sea escuchaba música, me
daba un baño, me veía un capítulo de una serie, lo que fuera que me
sacara de eso que acaba de estudiar. Y así sucesivamente durante
mis días. Mi rendimiento en la universidad era muy bueno debido a que
siempre tenía todo planeado. Los trabajos los tenia listos incluso días antes de tener que presentarlos, para los exámenes solo estudiaba con los resúmenes que yo misma armaba semanas antes del examen y siempre contaba con tiempo libre incluso para leer novelas o ver dramas. Muchas veces mis compañeras me decían que no podían creer lo avanzada que estaba con mis actividades.
Cuando empecé a
trabajar, sin embargo, la cantidad de actividades
que tenía era muchísimo menos y, como tenía una
agenda diferente para el trabajo, entonces no tenía mucho que
poner en mi agenda y solía llenar esos espacios a veces con
actividades que no necesitaba realizar, solo por llenar el espacio en el tiempo
libre. También, solía hacer frustrarme mucho cuando
por imprevistos no podía seguir mi agenda los fines de semana y esto
me estresaba muchísimo. Empecé a sentir que no lograba hacer
nada con mi vida y que mis objetivos estaban todos revueltos. En la universidad
era fácil tener la agenda como la tenía porque mi
objetivo para esa agenda era claro, estudiar, pasar mis materias
y graduarme. Los fines de semana durante ese tiempo también los
programaba para esas actividades a menos que tuviera compromisos sociales, para
lo que ponía evento social y de tal hora en adelante y ya.
Termine
cambiando la manera de llevar mi agenda. En el trabajo sigo teniendo la lista
de tareas que debo hacer en el día y las tareas generales que se van
presentando para hacer con tiempo. Siempre salen imprevistos, pero,
como ya no uso un horario para definir mis tareas simplemente no me estreso al
no lograr los objetivos. Simplemente paso las tareas pendientes de hoy a mañana
y las pongo como mi prioridad del día siguiente.
Para mi
agenda personal, he creado mi versión del "Bullet Journal". Verán, con
mi psicóloga hemos estado viendo mucho sobre mis niveles de ansiedad
y cómo manejarlos y una de las cosas que me causa ansiedad siempre ha
sido la incertidumbre. Es por esto que para mí es importante
tener un plan y llevar una agenda es, precisamente eso, un plan para
el día. Me evito de esa forma ataques de ansiedad diarios. Aunque ella me
ha dicho mucho que esto no es 100% saludable, estoy trabajando poco a poco para
depender de mi agenda menos cada día, paso a paso chicos, paso a paso.
En fin,
cree mi versión del Bullet Journal trazando primero objetivos a largo plazo (De 2017 a
2020). Después identifique que cosas más pequeñas debo
alcanzar en este año para empezar y poder llegar a mi meta a 2020. Lo
hice así porque las cosas que deseo alcanzar de aquí
hasta allá son muy puntuales
(completa independencia económica de mis papás, mudarme, montar
una tienda física de mi tienda virtual, etc). También incluí objetivos
que me tracé este año específicamente como leer lo 50
libros que me propuse en Goodreads o bajar cierta cantidad de kilos o llegar a tantas
visitas en el Blog, etc. Cosas que tienen más que ver con mi
crecimiento personal.
Eso de ahí
lo he ido dividendo con el pasar de los meses. Es decir, si
son 50 libros al año debería leer al menos unos 4 libros al mes, si
quiero perder 10 kilos este año entonces debo al menos perder 1 al mes
y así. Mensualmente entonces tengo estas pequeñas
metas que alcanzar y programo mis actividades al respecto.
Cuando voy a leer esos 4 libros o cuando escribiré las entradas para
poder publicar 2 veces a la semana, o cuantas veces debo publicar en
mi página de Instagram para promocionar los productos que
vendo, o cuantas veces a la semana debo ir al gym. Mis actividades se derivan
de esas pequeñas metas mensuales que me coloco.
No crean
que me olvido de mi tiempo libre o vida familiar
y social. También tengo metas al respecto. Metas que no son
cuantificables pero que están ahí presentes en cada mes para
recordarme pequeñas cosas en las que debo trabajar o que tengo que tener en
cuenta, como mis citas con la psicóloga una vez por semana o las
tareas o actividades que ella me coloca. O pasar tiempo con mis papás
y mis hermanos, sobre todo con mi hermano pequeño. También el tiempo
con mis amigas y el tiempo conmigo misma, mis días de Spa, por
ejemplo. Estas cosas no las pongo tan específicamente en
mi agenda, pero siempre las tengo anotadas como
"recordatorios" porque en realidad no
son cuantificables, pero si son importantes y no se me pueden
olvidar.
Lo importante de
todo esto para mi es sentir que de cierta forma tengo objetivos trazados y a
cumplir. Porque a pesar de que anteriormente tenía mis
metas bien claras no me sentía trabajando hacia lograrlas.
No es como que empecé a hacer esto de esta manera este año y antes
no hacía nada por lograr mis metas, sino que como no llevaba
un récord, no tenía metas pequeñas y cosas así, yo
sinceramente sentía que no avanzaba y eso no me ayudaba mucho con
mis propósitos a largo plazo.
Una de las
cosas que estoy aprendiendo aún es a cómo controlar mi ansiedad
cuando no cumplo mis pequeñas metas. En ciertos casos no me
afecta, en otro si me genera un nivel de estrés un poco mayor.
Por ejemplo, con mi negocio, si no llego a mi meta de ventas mensual
me estreso y me pongo un poco ansiosa porque siento que tal vez le estoy
dedicando poco tiempo a promocionar las cosas. En otros casos como
el número de libros a leer en el mes, si no alcance pues no importa
mucho el siguiente mes leeré un poquito más y ya. Poco a
poco voy encontrando el equilibro que necesito.
Llevar una
agenda es algo muy personal y definitivamente no quiero decirle a nadie con
esta entrada que debería llevarla. Tampoco creo que llevarla como yo
lo hago sea algo que le funcione a todo el mundo, tal vez muchas personas
pensaran que estoy loca por ser "tan rígida" con este
asunto. Así me funciona a mí y puede que a ti no te
funcione de esta manera, también puede que ni siquiera tengas
necesidad de llevar una, lo cual también es
perfectamente válido. Quería más que todo compartir mi
experiencia llevándola porque siento que es algo que hace parte de mi
como persona y en este Blog no siempre quiero hablar de libros
y películas o series que me gustan, sino también de cosas
personales.
Ustedes chicos, ¿llevan alguna agenda? ¿Cómo lo
hacen? Cuéntenme en los comentarios.
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